
El pasado domingo 31 de marzo hemos tenido un maravilloso encuentro en Gijón. Nos reunimos 80 personas, entre padres, madres, niños y niñas, y nos montamos en dos autobuses. Primera parada: El Centro Oceanográfico de Gijón. www.ieo.es
Nuestros hijos estaban encantados, no solo de corretear alrededor del precioso edificio, tan moderno y junto al mar, sino sobre todo, ¡porque sabían que es un centro interactivo! Nos dividimos en grupos para no asustar a los pobres peces con un aluvión de gente y comenzamos la visita. Fue fantástico ver a nuestros hijos observando la vida marina, los tiburones, las tortugas, las mantas raya… Incluso pudieron meterse en burbujas que se adentraban en el agua. Hasta hubo algunos valientes que posaron erizos de mar en sus manos. ¡Menos mal que no pincharon a nadie!
Pero ahí no acabó lo divertido, porque como hacía buenísimo los padres nos fuimos por el paseo marítimo mientras nuestros hijos jugaban en la Playa de Poniente. Tomamos un cafetito en La Buenavida, donde para colmo había música en directo. ¿Qué más podíamos pedir?

Pues la cosa fue todavía a mejor. Porque en el Jardín Botánico de Gijón encontramos una isla donde pudimos comer al sol y a la sombra, que había para todos los gustos. Allí, entre bocado y bocado, nuestros hijos jugaron al Pañuelito, al Escondite y a la pelota. Y mientras los padres de charleta
El Jardín Botánico de Gijón resultó ser una sorpresa para todos. Esta vez nos repartimos en tres grupos, cada uno con un guía a cual mejor. Es un botánico interactivo, que nuestros niños necesitan mucha acción para saciar su curiosidad. Y vaya si la tuvieron: no solo estaban encantados con las explicaciones de los guías, también buscaron limoneros, olieron semillas, plantas gastronómicas, hicieron juegos matemáticos e incluso entraron en un precioso laberinto.

Así que, cuando regresamos al Oceanográfico para subir al autobús, todos, grandes, medianos y pequeños, estábamos felices, satisfechos y… con ganas de descansar. Fue una maravillosa coincidencia que pusieran la peli de Gru 2, mi villano favorito. ¡Un broche de cine para nuestros hijos!
Fue un día muy especial para todos. Nos pusimos cara, nos contamos nuestras cosas, vimos felices a nuestros hijos y cargamos pilas hasta la próxima cita. ¡Hasta la vista familias!

